27 de junio de 2008

SUEÑO AYMARA

Edu, como lo conocen los amigos, estaba observando a su mujer con ternura. Ella, Made, como la conocen los amigos, llevaba ya algunos meses de embarazo. Venía el segundo bebé de la familia. Algo, algo imperceptible pero omnipresente se apoderaba de él. Alguna fuerza insondable se apoderaba de Edu y sin resistirlo decidió dejarse llevar por aquello.
"¿Qué tanto te inquieta, cariño?", preguntó Made tratando de acompañarlo en la sensación de inquietud que ya llevaba varios días con el. "La verdad, mmmm es que no lo sé del todo. Algo sucede, algo que no sé exactamente qué es. Solo sé que debo descubrir un mundo que se haya escondido; no sé si precisamente dentro de mi, o en algún lugar en especial", replicó Edu tratando de tranquilizar a su esposa.
"A propósito de descubrir, dime cielo, ¿cuantos días exactamente llevas?, le inquirió Edu. "No lo tengo exactamente contabilizado Edu", dijo ella. "¿Porqué me lo preguntas, cielo?. El sol se asomaba muy débil por la ventana de la habitación donde se encontraban ambos. Fue entonces que Edu, con ese tono encendido que gustaba usar cuando la emoción lo abrumaba, dijo: "quiero yo también, crear algo hermoso, por lo menos algo gestado por mí. "Quiero que en estos meses que te restan con el bebé en tu vientre, también se geste entre nosotros, algo que luego llevará el sello de estos días, de estos sueños que tengo", decía Edu trancido con sus propias palabras.
"¿Qué sueño es ese, vida?, replicó Made con una nueva inquietud.
"Es un sueño ... un sueño que ..., un 'Sueño Aymara'. ¡Eso es!. Un 'Sueño Aymara' que vendrá con el bebé. "Pero, y como vendrá?,, preguntó Made intrigada. "Vendrá como una luz, una luz que se fundirá con esto que me tiene así en estos días. Simplemente lo escribiré, lo contaré y luego, será lo que tenga que ser.
En los meses siguientes, Edu se puso a escribir con una pasión inesperada y una paciencia andina. Mientras Made iba sintiendo como crecía el nuevo ser que ellos llamarían Aymara, Edu iba dando vida y forma a una historia que en su día se convertiría en 'SUEÑO AYMARA'.
Catorce años después, ayer jueves 26 de junio por la noche, el Grupo Editorial Norma ha lanzado la obra Sueño Aymara de León Zamora. Un libro que lleva consigo una de las historias más conmovedoramente peruana o andina que hayamos leído.
Edu, que lleva el alias literario de León Zamora, se despachó con una sentida exégesis sobre la gestación del libro, que aquí hemos tratado de reproducir con mucha menos intensidad de lo que nos significó las palabras de este escritor peruano. Escritor aún no inserto en los catálogos oficiales pero, que lleva consigo una sensibilidad poco usual en nuestro medio.
La narración oral animada estuvo a cargo de Pepe Cabana Kojashi "Mukashi Mukashi". Promotor de narración oral, títeres no convencionales y lecturas en vivo, y la música estuvo a cargo del grupo de zampoñas de San Marco, quienes le dieron esa vibración altiplánica que forma parte de la historia de la obra de León Zamora.
Gracias Edu, gracias por este Sueño Aymara. Nosotros quedamos simplemente extasiados frente al sol, en espera de que llegue el día.

23 de junio de 2008

Los Hábitos que no se dejan

En los últimos sucesos acaecidos en la semana pasada en el departamento de Moquegua, se produjo algunos hechos poco frecuentes en nuestro país. Poblaciones que se hacen uno con sus autoridades, vastos recursos para el desarrollo regional, Tacna mirando al norte con recelo, etc.
Uno de esos hechos, fue, sin duda, la conducta de los miembros del comando policial que acudió desde Arequipa, a resolver el tema. El resultado fue, solución en pocos días, una población en gran medida satisfecha, no muertos, no heridos, y un gran reto por llevar a la práctica los compromisos asumidos por ambas partes.
Sin embargo, luego del camino que tomara este incidente político social, sale el presidente García, y fustiga sin mayor contemplación al general Jordán Brignole. Lo cataloga de cobarde, lo desafora y ridiculiza mientras que el señor Alva Castro mantiene su condición de titular del ministerio del interior.
Las expresiones de García, van en consonancia con una peligrosa corriente de sentimientos de sectores conservadores de nuestra sociedad. Tratar estos problemas a palos, poner mano dura, resolver los problemas a las patadas, etc. Son los mismos que luego, cuando los resentimientos empozados en el imaginario toman caminos sin retorno, organizan marchas de la paz, denostan de la violencia, y se quejan de lo terrible de la situación. Vale decir, son posturas intolerantes, pero cínicas. Piden sangre; orden con sangre o con lo que sea. Reclaman orden a la mala. Pero, luego, no tienen escrúpulos para crear Consejos de la Paz, como José Diez Canseco, ONGs de derechos humanos, o dar conferencias sobre la violencia en el Perú.
El otro caso inquietante es el del señor García. Pareciera que no pierde los hábitos, las costumbres irrespetuosas de los derechos de la gente, en situaciones de conflicto. El señor García, es quien debería andar con más cuidados ante potenciales masacres o, alguien lo libre, de nuevos genocidios..