24 de abril de 2009

El Neomariateguismo Ortográfico

Lo que supo Aldo Mariátegui.
Ayer, justo en el día del idioma, el inefable Aldo Mariátegui publicó en su diario, un dicterio bajo la forma de reportaje, donde se utilizaba tendenciosamente las limitaciones gramaticales y ortográficas de la congresista cuzqueña Hilaria Supa. En un especie de arranque de Catón lingüístico, este matón de clínica se permitió segregar una serie de argumentos contra el derecho de los peruanos mal educados, a acceder al cargo de congrresista.
Algunos, como Gustavo Faverón, en respuesta al despropósito de Mariátegui, ensayaron una respuesta desde el terreno lexicográfico. Para nosotros, lo relevante del caso Mariátegui, pues, de acuerdo con el tipo de razonamientos que suele infligir a sus lectores, ya va configurándose en un caso, está en lo siniestro de la intencionalidad que comporta el desaguisado. Al margen de la necesidad o irrrelevancia de cuestionarle las cualidades académicas a esta líder regional, el problema, según creemos, estriba en que gente como Mariátegui, tiene una exigencia selectiva y tendenciosa. Vale decir, se detiene en detalles, por muy irrelevantes que sean, pero que buscan debilitar a opositores o contendores políticos. Quiero decir. A ver, en realidad a Aldo Mariátegui, ¿de veras le interesa la corrección lingüística o filológica en los cuadernos de notas de los congresistas?. O, ¿sinceramente a Mariátegui le inquieta las dotes académicas de los funcionarios públicos?, o, digamos, le interesa, perturba sus sueños constatar la performance y la integridad de los funcionarios públicos?.
A todas luces, parece que no. En realidad, gente como Mariátegui, estará dispuessto a perdonarle todo cuanto sea posible a quien trabaje, empuje y moje en favor de suss espectativas ideológicas. Hoy, se detiene en un tema gramatical y lingüístico; mañana será un tema religioso y metafísico: luego, una cuestión atómica o cuántica. Todo lo que sea, por conservar, defender, e imponer sus posiciones políticas y económicas. Exactamente como la bipolar de Marta Hildebrandth no encontraba nada recusable en el estilo gramatical de Fujimori, o, como Fernando de Trasegnis, defendía los indefendibles mamarrachos jurídicos del fujimorato, en el plano internacional.
La cuestión, en fin de cuentas, es que Mariátegui, jamás se detendrá a revisar las calidades morales de Verónica Zavala quién metió el dinero del Fonafe, en un banco extranjero, justo antes de que quebrara y se perdiera definitivamente dicho dinero. O, jamás se detendrá a indagar como se debe, los itinerarios que siguen esos interesantes cargamentos de acetona que desembarcan en el Callao, y luego terminan en el VRAE, donde se convierte la hoja de coca en cocaína. Sobre esas cosas, este representante del fundamentalismo neoliberal, jamás se ocupará siquiera, para simular que se trata de periodismo.
A todo esto, sería interesante saber que diría o, por lo menos, que pensaría el Dr. León Tratemberg sobre este ejemplo de intolerancia y majadería culturosa, en el diario donde actualmente escribe.

El Neomariateguismo Ortográfico

Lo que supo y sabe Aldo Mariátegui.
Ayer, justo en el día del idioma, el inefable Aldo Mariátegui publicó en su diario, un dicterio bajo la forma de reportaje, donde se utilizaba tendenciosamente las limitaciones gramaticales y ortográficas de la congresista cuzqueña Hilaria Supa. En un especie de arranque de Catón lingüístico, este matón de clínica se permitió segregar una serie de argumentos contra el derecho de los peruanos mal educados, a acceder al cargo de congrresista.
Algunos, como Gustavo Faverón, en respuesta al despropósito de Mariátegui, ensayaron una respuesta desde el terreno lexicográfico. Para nosotros, lo relevante del caso Mariátegui, pues, de acuerdo con el tipo de razonamientos que suele infligir a sus lectores, ya va configurándose en un caso, está en lo siniestro de la intencionalidad que comporta el desaguisado. Al margen de la necesidad o irrrelevancia de cuestionarle las cualidades académicas a esta líder regional, el problema, según creemos, estriba en que gente como Mariátegui, tiene una exigencia selectiva y tendenciosa. Vale decir, se detiene en detalles, por muy irrelevantes que sean, pero que buscan debilitar a opositores o contendores políticos. Quiero decir. A ver, en realidad a Aldo Mariátegui, ¿de veras le interesa la corrección lingüística o filológica en los cuadernos de notas de los congresistas?. O, ¿sinceramente a Mariátegui le inquieta las dotes académicas de los funcionarios públicos?, o, digamos, le interesa, perturba sus sueños constatar la performance y la integridad de los funcionarios públicos?.
A todas luces, parece que no. En realidad, gente como Mariátegui, estará dispuessto a perdonarle todo cuanto sea posible a quien trabaje, empuje y moje en favor de suss espectativas ideológicas. Hoy, se detiene en un tema gramatical y lingüístico; mañana será un tema religioso y metafísico: luego, una cuestión atómica o cuántica. Todo lo que sea, por conservar, defender, e imponer sus posiciones políticas y económicas. Exactamente como la bipolar de Marta Hildebrandth no encontraba nada recusable en el estilo gramatical de Fujimori, o, como Fernando de Trasegnis, defendía los indefendibles mamarrachos jurídicos del fujimorato, en el plano internacional.
La cuestión, en fin de cuentas, es que Mariátegui, jamás se detendrá a revisar las calidades morales de Verónica Zavala quién metió el dinero del Fonafe, en un banco extranjero, justo antes de que quebrara y se perdiera definitivamente dicho dinero. O, jamás se detendrá a indagar como se debe, los itinerarios que siguen esos interesantes cargamentos de acetona que desembarcan en el Callao, y luego terminan en el VRAE, donde se convierte la hoja de coca en cocaína. Sobre esas cosas, este representante del fundamentalismo neoliberal, jamás se ocupará siquiera, para simular que se trata de periodismo.
A todo esto, sería interesante saber que diría o, por lo menos, que pensaría el Dr. León Tratemberg sobre este ejemplo de intolerancia y majadería culturosa, en el diario donde actualmente escribe.

13 de abril de 2009

Kuczinsky sobre Stiglitz

La Ética del Especialista.
En un reciente artículo de mi amigo Eduardo León Zamora, nos grafica la insolencia y la poca elegancia que puede adoptar un tipo tan atildado como el economista peruano Pedro Pablo Kuczinsky. La gracia y el folcklore con que Kuczinsky trató de ningunear las calidades del Nóbel de economía, resulta casi como si un cantorsuelo de barrio, un guitarrista de esquina, quisiera ningunear a Lennon o a Cat Steves.
Eduardo nos grafica así parte del tenor de la entrevista, del siguiente modo:
Althaus: Eso lo dice Stiglitz, que es premio Nobel de economía.
Kuczinky: Bueno, pues, pero Stiglitz ganó el premio Nobel por un tema muy específico sobre la información imperfecta del Mercado (sonriendo socarronamente).
Althaus: (sonriendo) Ah sí, claro.
Es curioso como estos anglófilos como Kuczinsky y otros como Toledo, estarían dispuestos a citar bibliográficamente a George Bush, sin embargo, a la hora de opinar sobre la crisis mundial, sin mayores remilgos, mostrarán la mezquindad del peruanazo que en fin de cuentas son.
Hay que recordar lo que el propio Vargas Llosa nos recuerda en su libro El Pez en el Agua, como es que este economista, este Kuczinsky nuestro de cada día, en un almuerzo con alguno de los presidentes del Brasil en los ochentas, se ofrecía, se vendía como pescado frezco, se votaba como agua sucia. O sea, com fuerza.
Creo que lo que está detrás de estas performances e imposturas, no es sinó el fundamentalismo, -el irracionalismo le llamaría yo- de los neoliberales. Neoliberales que al igual que los mercantilistas de todo el siglo XX, nunca han tenido capacidad de producción o creatividad. Solo han mostrado una voracidad por el estado. Basta ver de qué ha vivido Kuczinsky en todos estos años. No hay que olvidarlo. Él y sus socios, han vivido de la época dorada de las privatizaciones en Latinoamérica. Vale decir, de vender barato y por carretadas, todo lo que los débiles estados sudamericanos pudieron construir a lo largo de su reciente historia republicana. eso fue. Malvender y malbaratear bancos, empresas, fábricas, todas públicas.
Este género de especialistas son los que pueden segregar la insolencia de ningunear a economistas como Stiglitz. Ha, mi Perú. No hay duda que Kuczinsky, por más anglo que quisiera sonar o parecer él, no deja de ser un peruanazo en el peor de los sentidos, por supuesto.

8 de abril de 2009

25 Años

Las Imprevisibilidades del Perú.
Ayer condenaron a veinticinco años al ex dictador, y ahora comprobado violador de derechos humanos, Alberto Kenya Fujimori. Creemos que la contundencia que se percibió en el resumen de la sentencia, debería bastar para asumir su veredicto. En realidad no debiera llamarnos la atención la reacción que ha generado esta inisualmente lúcida sentencia expedida por el juez San Martín y los otros magistrados. El fujimorismo, en este caso, como los otros extremismos que solemos conocer en el país, no estarán dispuestos a aceptar el epílogo de este proceso, al punto de sostener con el mismo cinismo del ex dictador, que dicha sentencia es una victoria para Sendero Luminoso.
Lo que sí nos llama la atención, y con una especial inquietud, es el cambio en el ánimo que puede generar un resultado como el conocido ayer. Para nosotros, ecépticos impenitentes, nos ha sacudido un tanto, aquella férrea creencia de que este sistema no es defendible per ce. Será lo alucinada que suele ser nuestra realidad, o lo retorcido que a menudo se ofrece el destino, que ahora nos ha puesto en la tecitura de renacer una vieja fe en el futuro de este país tan trágico como lúdico.
El primer ex mandatario llevado al banquillo de los acusados, y sentenciado como el criminal que es. Son estas cosas raras que ocurren en estas tierras. Uno piensa en el jefe senderista, Abimael Gusmán, que se asumía sin imposturas ni disfuerzos, como la cuarta espada de la revolución mundial, o en Ezequiel Ataucusi, que se pretendía como el ungido por el supremo, o en Chocano, percibiéndose a sí mismo como la voz más excelsa de la poesía del nuevo mundo, etc. Lo raro de todo esto, es que sucede en un país, una cultura como la nuestra, marcada por una excepcional baja autoestima. Leer las anécdotas de los peruanos en París, consignados por Ribeyro en su Diario personal: 'La Tentación del Fracaso'.
En todo caso, vaya nuestro reconocimiento a la labor desplegada por el juez César San Martín, y sus colegas.
P.S. Alan, dinos, ¿podemos empezar a creer en este país?. Qué dices. ¿Te animas?.

6 de abril de 2009

Antes de la Sentencia

Las Pruebas en el Proceso.
El último viernes, día final para la exposición de motivos del procesado Alberto Fujimori se anunció que mañana martes siete de abril, se dictará la sentencia en el proceso que se le sigue por los casos de Barrios Altos y la Cantuta.
Alguno de los argumentos que se han utilizado en la defensa del procesado, es que luego de todo el proceso, no existe o no se ha podido aportar pruebas concretas e irrefutables sobre la responsabilidad de esas dos matanzas. No existen pruebas, y por lo tanto no hay culpa, parece ser la monserga que blanden los defensores del fujimorismo. No hay documentos, no hay videos, no hay testimonios incriminatorios que prueben la responsabilidad de Fujimori en la acción de los comandos que actuaron en aquellas dos masacres.
Evidentemente, para quien haya estado atento y haya seguido la política antisubversiva del gobierno de Fujimori, no puede admitir sin indignación, esta argumentación cínica y torcida. La ausencia de pruebas no es ni puede ser el elemento para tomar una desición sobre la responsabilidad de Fujimori. Es obvio que parte inherente de una estrategia de "Guerra de baja intensidad", suponía no solo la implementación de operaciones extrajudiciales y extraconstitucionales, sinó que además, supone también la conducción de tal estrategia, sin la mediación de documentación formal u oficial. Quiero decir, que el esquema de procesamiento mediante pruebas documentales, no corresponden ni son compatibles para casos como el de Fujimori.
Parece ser, más bien, que el esquema requiere ser otro. Un esquema, tal como lo está formulando la parte acusadora, en el que se consideren los indicios y datos en conjunto para esbozar una perspectiva o una dirección específica.
La tesis de la autoría mediata, por el cual se establece la vinculación entre las decisiones generales del jefe o comando en jefe de las FFAA y las acciones concretas y puntuales que realizaron determinados grupos al interior de esas FFAa, es creo, el mejor enfoque que se puede formular para establecer la responsabilidad de Fujimori.
Independientemente de la sentencia que mañana conoceremos, queda claro que la idea de que no hay pruebas, debe dejar de ser el elemento central al enjuiciar a criminales violadores de los derechos humanos. Finalmente, hay dos cosas que deberían quedar medianamente claras. Primero, que todos estos aspirantes a mandatarios que a menudo aparecen inesperadamente y que ya tenemos hoy sonando en diversos medios, deben saber que la presidencia no da inmunidad ni impunidad contra los excesos y crímenes. Y, en segundo lugar, que mientras nuestra ciudadanía siga queriendo ver en sus mandatarios a mesías o salvadores, por más desesperantes que sean las crisis, siempre se correrá el riesgo de crear o engendrar a verdaderos monstruos de la civilización.