31 de enero de 2011

Majaderías del Majadero consuetudinario

Censurar cuando no se puede o no se sabe debatir.
Coments en blogger.
Para quienes alguna vez han querido debatir o replicar al crítico Faverón, nos ha tocado conocer de su consabida majadería de censurar las opiniones discordantes. ahora le tocó al poeta tulio Mora. No podía esperarse otra cosa del Puente Aéreo más majadero del barrio:
[Blogger.]tulio mora [Suceso.] dijo...
Señor Faverón, ya había previsto que censuraría mi réplica a su piconería. Y por eso me anticipé a escribir una respuesta más larga que se encuentra en mi página de Facebook. Así que será inevitable que de todos modos se leerá. Una recomendación: lea a Birger Angvik para que se ubique. Parece ser además que ni siquiera cuenta con la antología de Hora Zero, ¿cómo diablos entonces se pone a polemizar sobre temas que no conoce?
1/30/2011

28 de enero de 2011

Escribiendo con los Pies

Aldo M. y la Prensa de alcantarilla.
Diario Correo.
Como es ya regular, Aldo M., director de Correo, perpetra una de antología, en su estilo lumpen:
Soy muy ortodoxo en ese aspecto, pero si fuera gay, de hecho tendría muchísimo mejor gusto estético. La homosexualidad no es igual a la cuasizoofilia.

Aldo M.

La Naturaleza

Respetarla o Cultivarla.
La vanguardia.
El filósofo Slavoj Zizek, casi en la misma línea de Juan Gelman, expone en su reciente artículo El Mundo que viene, una serie de consideraciones acerca del estado en que se presenta la naturaleza en los últimos tiempos.
Se percibe ese tono de alarma, de admonición para o replantear nuestra conducta con la naturaleza, o proclamar la ineficacia de la ciencia para lograr eso que parece ser cada vez más escasa en ella, a saber: la estabilidad. Zizek nos dice con su ironía peculiar:
Entren al perverso placer del martirio prematuro: "¡Ofendimos a la Madre Naturaleza, así que recibimos lo que merecemos!". Estar dispuesto a asumir la culpa de las amenazas a nuestro medio ambiente es algo engañosamente tranquilizador. Si somos culpables, entonces todo depende de nosotros; podemos salvarnos simplemente cambiando nuestro estilo de vida. Desesperada y obsesivamente reciclamos papel viejo, compramos comida orgánica, lo que sea para asegurarnos de que hacemos algo, que contribuimos. Pero igual que el universo antropomórfico, mágicamente diseñado para la comodidad del hombre, el así llamado equilibrio de la naturaleza - que la humanidad destruye brutalmente con su arrogancia-es un mito. Las catástrofes son parte de la historia natural. El hecho de que las cenizas del modesto estallido volcánico en Islandia hicieran aterrizar a la mayoría de los aviones en Europa es un muy necesitado recordatorio del grado en que nosotros, los humanos, con nuestro tremendo poder sobre la naturaleza, no somos nada más que otra de las especies vivientes sobre la Tierra, y dependemos del delicado equilibrio de sus elementos.

Luego, Zizek se pregunta sobre qué es lo que nos depara el destino, y su respuesta parece comportar ese grado de desorientación que lastra toda pregunta sobre lo que nos espera en el futuro cercano. Nos propone, el filósofo Zizek, apostar por alguna forma de vida nómada, posibilitando el flujo de grupos humanos de un lugar a otro, muy probablemente en la línea de lo que el gobierno alemán acaba de esbozar con su política de apertura a la inmigración.
Pero más allá de tales consideraciones, cabe preguntarse si no es ya tiempo de ubicar a la naturaleza en su real dimensión, vale decir, la de un factor complementario a la vida humana, y por lo tanto suceptible de ser domada o, más bien, cultivada. A estas alturas del curso de nuestra historia, queda claro, o debería quedarlo, que tanto la visión aquella, primigénea, panteista, y antropomorfa de la naturaleza, es básicamente insuficiente cuando no poco operativa. Pero, al mismo tiempo, la otra visión, la istrumental y cosificadora de la cultura occidental, resulta ya inconveniente y si nos ponemos, hasta francamente suicida.
De modo que luego de decidir concientemente acerca de la metafísica de la naturaleza, se impone decidir una pragmática coherente con esa metafísica. Pero, el referente y medida desde donde cabría partir, es el único que tenemos. A saber: el ser humano.
La naturaleza, como tal, es un factor que concurre en el estado actual de crisis y amenaza que se cierne sobre la condición humana. Pero, el número humano es otro. Es acaso, un factor inevitable. Y, dada las circunstancias no cabe siquiera plantearse otra alternativa a reflexionar desde la condición humana. Por supuesto, cabe la pregunta de: ¿y, porqué tendríamos que considerar a la naturaleza como una eventual amenaza?. "¡Eso es antropocentrismo!". Cierto, es así. Justamente porque no hay escapatoria a esa cuestión, es que cabe encarar la cosa de ese modo.
Porque, si quisiéramos evitar el prurito del "antropocentrismo", la alternativa podría ser más apocalíptica que eso que queremos evitar. Vale decir, si optásemos por respetar a la naturaleza desde criterios tradicionales, tendríamos que operar sobre el factor humano. Y eso implica resolver la cuestión maltusiana de: "somos demasiados". Que en su forma operativa significaría no solo interrumpir bruscamente la reproducción humana, sino, la de reducir drásticamente las que ya existen. Y eso, adquiere inevitablemente proporciones hasta genocidas. Cabe recordar además, que esa opción no está descartada por ciertos sectores reaqccionarios, aunque al Dr. Luis Piscoya no le guste el término.
Por su parte, la lógica occidental, tal como ya lo decíamos, resulta tan o más inconducente que las visiones o cosmovisiones pre-modernas. La ciencia y la técnica occidentales, tal como las conocemos hoy, parecen haber ya dado lo que podían o tenían que dar. Pero, en ningún caso pueden seguir sirviendo para gestionar la realidad y el mundo que se nos avecina. por lo cual, se impone una revisión radical de los fundamentos que las rigen, y de los procedimientos que se derivan de ellos.
La naturaleza, tal como lo dice Zizek, no es ya esa madre bondadosa que nos amamantaba y nos proporcionaba todo lo necesario para la subsistencia humana. Ni tampoco es esa mujer a la que podíamos estuprar y ultrajar impunemente, tal como la civilización occidental parece haber decidido en algún momento de la historia. Talvez toque cortejarla, seducirla, acaso preñarla, en rigor, cultivarla; que pasa por el hecho de transformarla, recrearla y reproducirla, pero desde un horizonte humano.

José María Arguedas y el Libro de 'Los Zorros'

José María Arguedas - Wikipedia.
A propósito de los cien años del nacimiento de José María Arguedas, y al mismo tiempo, de la mezquindad del gobierno aprista con la anuencia de Ossio Pastor, quise recuperar un pequeño trabajo de la época universitaria, que presentamos en uno de los cursos de generales. Es la parte inicial del mismo, y trataremos de ir posteando a lo largo del año, ppartes de este trabajo que versó sobre el último libro de Arguedas, EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO.
José María Arguedas y "El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo"

UNA PERSPECTIVA CONTEXTUAL Y Humana
...pero algo de triste y poderoso al mismo tiempo, debe tener el consuelo que los que sufren dan a los que sufren más.

José María Arguedas.
Para que pueda surgir lo posible, es preciso intentar una y otra vez lo imposible.

Hermann Hesse

Introducción<\H2>

Es notable el gran interés que ha despertado y sigue despertando, no solo la obra, sino también las grandes preocupaciones, ‘la utopía’, de José María Arguedas. Esto ha ido constatándose a lo largo de más de 25 años (desde su partida en 1969) en que intelectuales y estudiosos diversos han abordado como objeto de interés, tanto la obra, cuanto la compleja y agitada vida del autor de: "Agua" , "Los Rios Profundos", "Todas las Sangres", etc. Este enorme interés en Arguedas ha rebazado las fronteras del Perú y aún del continente.
Así el doctor John V. Murra decía en 1977: "La otra manera de suplir la deficiencia es la de fijar nuestra atención en José María Arguedas; y como no tenemos acceso a las decenas de personas que en todas partes del mundo están escribiendo tesis doctorales sobre Arguedas •••••• ". Desde entonces hasta hoy, al menos en los circulos académicos, literarios, etc., tal interés se ha venido incrementando cuantitativa y cualitativamente. En esta perspectiva, su última novela “El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo" resulta, no solo, un motivo de interés por la connotación humana, vivencial que Arguedas le imprimiera, sino que al mismo tiempo ésta lleva consigo la carga histórica, social,etc.,de su tiempo.
De aquí hay que tomar en cuenta, desde el punto de vista del contexto, que “El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo” se gesta y sale a la luz a finales de una década particularmente difícil y compleja; época de grandes conflictos y cambios en el ámbito nacional e internacional que sin duda influyeron hondamente a toda una generación; pero J.M. Arguedas que poseía una sensibilidad fuera de lo común (sumado a ello la dolencia anímica que padeció más intensamente en esos años), debió haber soportado con particular intensidad esta etapa previa a su muerte y el nacimiento de esta novela. De las cuestiones, que a nuestro entender, otorgan vigencia al tema ARGUEDAS pueden considerarse , no solo los asuntos de "El mestizaje", la integración de las "nacionalidades” dentro de nuestro país, o las consecuencias sociales y humanas que viene provocando la implementación y difusión de una economía e ideología neoliberal, sino que acaso un asunto más importante ó mas bien "un problema más grave" lo constituye aquella permanente preocupación que Arguedas manifestó a lo largo de toda su vida y obra, y que plasma con especial palpitación en su última novela, la de “Los Zorros”.
El amor inextinguible a la naturaleza; a ese factor que no solamente hace posible la vida del hombre en el plano de la subsistencia, sino como en los pueblos milenarios (que es el caso del mundo ANDINO, de donde se nutre Arguedas), hace posible también una riquísima vida espiritual llena de magia y mitos. La actualidad y vigencia que este tema cobra hoy, reside en el hecho de que se está poniendo en cuestión la resistencia del habitat nuestro, del planeta, es decir, de este espacio, este escenario en que se han realizado las más grandes proezas humanas y cometido los actos más bajos que ha podido conocer el alma humana. Que, en tal escenario, ya ni eso podría tener lugar, dado que como ha sido expresado por los conocedores y entendidos en este tema, se puede estar llegando a los límites de resistencia de "nuestra casa, de nuestra biósfera.
A este respecto resulta curioso e interesante recordar lo que un admirador y crítico agudo de J.M. Arguedas y a la vez difusor y defensor de una ideología que contempla un desarrollo desenfrenado, de un progreso basado en la

12 de enero de 2011

"Ese papel, uno de los más duros que te puedan tocar en esta vida"

Vila-Matas sobre Vargas Llosa.
La Fortaleza de la Soledad - Blog.
Como a tantos lectores de la época, me deslumbraron los primeros libros. Yo empecé con Los cachorros, donde me llamó mucho la atención -a mis 17 años- la técnica narrativa empleada. Conversación en la Catedral tiene mucho de obra maestra... La ciudad y los perros es muy impresionante, un libro especialmente bueno... Luego, a través del tiempo, no perdió nunca ritmo su obra, algo siempre tan difícil de conseguir. La fiesta del chivo es otra obra maestra. Cuando me dijeron que había ganado el Nobel, me quedé sorprendido, porque creía que hacía ya quince años que lo tenía. Van un poco atrasados los suecos. Es el premio Nobel perfecto. Encaja en la idea del hombre que hace una carrera impecable para ser el mejor del mundo. Hacer una "carrera impecable" como si fueras un abogado o un ingeniero concuerda poco con ser un escritor perdido en el camino solitario, tal como entiendo yo a veces que sería la posible trayectoria de un escritor moderno que pudiera parecernos realmente valioso e interesante, pero aún así tengo que reconocer que él es un gran escritor, que ha hecho una carrera impecable, como si no fuera un escritor, sino un abogado, el mejor abogado del mundo. Le reprocho -si es que tengo derecho a reprochar algo- que sea amigo del ex presidente Aznar. Daña a los ojos. Pero ahí está lo más curioso del caso. El Nobel a Cela, a Octavio Paz, lo discutimos en el ámbito hispánico ferozmente, mientras que ha habido unanimidad para Vargas Llosa, apenas se le recrimina algo, si acaso Aznar, Tatcher, cuatro asuntos que, al parecer, no ensombrecen su calidad humana y menos aún la literaria. Todos reconocemos que es el más listo, el más educado, el que mejor habla, el que mejor escribe... Como dice Félix de Azúa, lo asombroso es que no se haya cansado de ese papel, uno de los más duros que te pueda caer en esta vida.

Enrique vila-Matas.
Entrevista por Gabriel Ruiz Ortega.
Vía: La Fortaleza de la Soledad

10 de enero de 2011

Arrimarse con los que Encarnan el Poder

Una pérfida tendencia más frecuente de lo deseable.
Perú 21.
Leo el el último artículo de Ricardo Vásquez cunce, y no puedo reprimir el ímpetu de soltar algunas percepciones al respecto. Puntualmente, Vásquez Cunce nos larga una suerte de apología, más que de Jorge del Castillo, de su derecho a mantenerse en la lista del partido aprista con miras a las próximas elecciones presidenciales.
El hecho, simple y trivial, es que Vásquez cunce, en lugar de alcanzar alguna argumentación o, fundamentación por argumentos, de su perspectiva, se limita a clamar: "¡hipocresía!".
Vale decir, no hay razones, no hay justificación, no hay fundamentos. Solo qué: a RVC le produce urticaria la hipocresía. No importa si el "tío george" esconde más de una presumible arruga ética o legal. No, eso no viene a cuento. Sencillamente que a RVC no le van las "hipocresías".
Esta rancia tendencia a desestimar consideraciones más "presentables", con tal de alinearse con quienes, como mayor virtud, ostentan el poder, empieza a fatigarnos. Lo mismo le pasa a Faverón, cuando se pone a defender a indefendibles, que son de su pacana. o incluso al propio Bayly, cuando justificaba el sopapo presidencial contra un voluntario imprudente.
Esto mismo encuentra uno incluso en gentes como el propio Vargas Llosa, que se va a Irak, para perpetrar unos malhadados "diarios". Esta tendencia, esta lógica de que, ante situaciones límites y dicotómicas, entre la razón y la conveniencia, siempre se inclinan hacia el lado del poder, es lo que corroe inexorablemente todo lo que podría defenderse como lo defendible de este cada vez menos defendible sistema.
Le pasó también a Maccera con Fujimori, a Thorndike con Fujimori, a Toledo con Shultz, a Marta Hildebranth con los peores dictadores de la reciente historia del perú, a Aldo M. sin atenuantes, a Raúl Vargas sin el menor asomo de duda.

El Silencio de Bayly

Perú 21.
No importa ya quién comenzó las hostilidades, quién tiene o tenía la razón, quién hizo tal o cual cosa inapropiada. Lo único que importa (y duele) es que ellas ya no están. Y eso, su ausencia, el vacío que han dejado en mí, es triste y doloroso porque sé que yo tengo la culpa de que ellas ya no estén, ya no quieran estar. Tengo el mal presagio de que no van a querer estar un tiempo largo. Tengo que acostumbrarme a vivir sin ellas. No es fácil. Pero nada es fácil. Vivir no es fácil para nadie. Supongo que para ellas tampoco será fácil tener a un padre como yo. Vivir es un oficio arduo, extenuante. Y sin embargo hay que resistir, persistir, sobrevivir. Hay que aguantar a pie firme el mal tiempo, la lluvia inclemente, la tormenta, los truenos y los rayos y el tornado que gira y gira en mi cabeza hasta trastornarme, hay que aguantar la borrasca hasta que escampe y salga el sol. Pero como en Lima no sale el sol, o cuando sale es apenas pálido y grisáceo, tengo que irme cuanto antes porque, una vez más, Lima me está matando, y no quiero apretar el gatillo: mi padre no me lo perdonaría y quiero que el viejo, aunque sea ya tarde, esté orgulloso de mí.

Jaime Bayly.

9 de enero de 2011

En Suiza, no se veían mendigos ...

Los Rostros de la Inmigración.
Manifestación en Alemania - Wikipedia.
Algunos rasgos sobre el fenómeno de la inmigración, básicamente en europa, empiezan a significar el grado de transformaciones que le está imprimiendo a los tiempos.
Mi hermana Sandy,, que no hace mucho ha regresado luego de estar casi cinco años viviendo en Italia, me contaba acerca de las rumanas, - o "rumenas"- en las calles de roma y otras ciudades italianas. En el metro, solía escucharse la típica advertencia: "¿Guarda con la zíngara!". Zíngara o gitana, es como suele llamarse a las rumanas en la Italia de hoy.
Más recientemente, me contaba que una amiga suya residente en Suiza, que casi estuvo a punto de convencerla de irse por allá, le comentaba con no poca extrañeza: "Sandy, aquí en Zuiza no se veían mendigos. Ahora los ves por muchas partes". ¿Mendigos en Suiza?.
Bueno, para empezar, yo no sabía que en Suiza no existía ese paisaje típico de ciudades grandes. Y menos, que ahora empieza a proliferar con mayor notoriedad, la clásica figura del hombre o mujer desastrado, indigente, sobreviviendo de la caridad de otros seres humanos.
Pero, es curioso, mi hermana tiene una especial sensibilidad para percibir y disfrutar del habla, de la gente foránea. En Italia, según me contaba, le fascinaba escuchar el habla napolitano. Pero ya en Lima, hace poco, me comentaba de una dama de dejo caribeño, quien luego le confirmaría que era venezolana. Una mujer de edad mediana, que soltó un comentario curioso, acerca de la seguridad en su país:
"Si alguna vez piensan o pensaron en irse a Venezuela, les recomiendo que no lo hagan. allá la delincuencia es insoportable". Cosa rara, sobre todo en estos tiempos de un inusitado incremento de los índices de violencia y criminalidad en Lima y en todo el país.
Si pues, se notan más colombianos, mexicanos y hasta chinos en Lima. No tengo idea exacta si la cosa es estacionaria, o si todo ese rollo del crecimiento de la economía peruana, de que somos la vedette de Latinoamérica, que somos ya una economía emergente, y otras cosas más, están o van a empezar a traernos corrientes migratorias al Perú.
Francamente sería una paradoja brutal, que uno de los países con más tendencia al desarraigo, se convierta en destino de tantos migrantes que transitan por el mundo en busca de un lugar, una realidad donde asentarse y empezar una vida nueva.
No sé si tendremos que esperar a los típicos estudios sociológicos, en algunos años más, para hacernos una idea del tema. Probablemente nos baste con salir a la calle y observar un poco más de lo acostumbrado, para hacernos una idea de cómo va la cosa en la Lima de hoy.

"La literatura para lectores electrónicos, ... me produce desconfianza"

La tecnofobia de Vargas Llosa.

Alberto Fuguet Blog.
-No. Este nuevo mundo de la tecnología me queda muy lejos y sé poco. Curiosidad tengo, sí. Pero no me veo con un iPad o con libros electrónicos. Para qué te voy a mentir: me inspira mucha desconfianza. Tengo la impresión que la literatura escrita directamente para la pantalla será más superficial, más banal, puro entretenimiento en el peor sentido. Ése es mi temor con los libros electrónicos escritos directamente para la pantalla.

Mario Vargas Llosa entrevistado por Alberto Fughet.

4 de enero de 2011

Una Mirada Condescendiente de Arturo Pérez-Reverte

Pontificar desde el Futuro.
Patente de Corso.
Consignamos esta nota, muy interesante por cierto, del escritor Arturo Pérez-Reverte, y la dejamos para un posterior comentario:
Tengo en casa una foto grande, recortada de un viejo libro de fotografía cuyo título no recuerdo. También olvidé el nombre del autor, si llegué a saberlo. La imagen pertenece a una serie sobre los movimientos revolucionarios en los años 20 del siglo pasado, y en ella aparecen tres hombres relativamente jóvenes, aunque el aspecto y la época los hagan parecer mayores. Dos llevan barbas poco espesas, todos usan gafas redondas con montura de acero, y visten con modestas y raídas ropas burguesas. No sé dónde se hizo la foto, ni la nacionalidad de los tres individuos, aunque recuerdo que el texto los identificaba como socialistas, o bolcheviques. Puede tratarse de una escena tomada en el patio de una cárcel, o tal vez un recuerdo de camaradas. Hay en sus protagonistas algo clandestino. Están sentados muy juntos, fraternalmente agrupados ante la cámara del fotógrafo, que el del centro observa con una singular expresión de recelo y desafío: una mirada sombría, fanática. Es evidente que se trata de individuos convencidos de algo. Una causa común, una idea. Sin la menor duda son hombres peligrosos.
Seguramente los mataron pronto. Si algo aprendí dando tumbos por el mundo, mochila al hombro, es a identificar a los que no sobreviven, o al menos llevan en el bolsillo las papeletas de la rifa. Esos tres las llevaban todas. Es probable que a poco de hacerse, o hacerles, aquella foto, alguien les diera matarile: quienes los fotografiaron en el patio de la cárcel, si es que estaban en una, o la policía de alguno de los países de Europa Central por los que se movían secretamente entre fronteras, trenes y falsos pasaportes. Fueron liquidados, tal vez, en una pensión de mala muerte, en un sucio callejón, en una comisaría tras pasar un rato incómodo diciendo sí y no en la sala de interrogatorios. Quizá se arrojaron por una ventana, o los arrojaron. Solía ocurrir. Gaseados por Hitler, fusilados por Stalin. Puede que alguno se pegara un tiro para no caer vivo en manos de alguien, aunque también el tiro pudieron pegárselo sus propios camaradas. Porque ésa es otra. Sus caras son de manual: duros, convencidos, en la edad justa. Aventureros de la utopía. Ni muy jóvenes, ni pasados de vueltas. Aún no veo rastro de fatiga. Por ello son peligrosos, como dije antes. De los imprescindibles en vísperas de una revolución, y que luego estorban. Aquellos que, tras hacer posible la toma del palacio de Invierno, acabaron picando piedra en Siberia, o en el sótano de la Lubianka con un tiro en la nuca. Aunque lo mismo, todo puede ser, fue uno de ellos quien despachó a los otros dos: el que antes despertó de la quimera. Tal vez se denunciaron y mataron entre sí al cabo del tiempo, cuando rozaban el poder y cuajaba el sueño. Autocrítica pública antes del paredón. Quién sabe. Son las vueltas y revueltas de su tiempo. De la vida.
Los veo mirarme con sus ojos jacobinos y miopes, encogidos uno junto a otro como si tuvieran frío, y pienso en lo que hicieron. Sobre todo, en lo que estuvieron a punto de hacer. Calculo el incendio magnífico que quisieron provocar. La hoguera terrible, necesaria y fallida con las astillas de tronos y confesonarios. Considero el sueño tenaz al que dedicaron sus vidas, el modo de perseguirlo, de inmolarse en él. Imagino la inteligencia, el coraje, el rencor, la desesperación con que esos tres hombres, y cuanto simbolizan, pusieron el viejo mundo patas arriba, abriendo las puertas a otro. Y pienso también cómo lo mejor del sueño se pudrió en contacto con la puerca condición humana, y cómo la aventura de la esperanza acabó en bufonadas grotescas, traiciones infames y estériles carnicerías sangrientas; en la mentira y el cinismo de gánsters convertidos en dictadores sin escrúpulos, en la estupidez suicida de las masas incultas, en el callejón sin salida donde los canallas oportunistas y demagogos, todavía un siglo después, en nuestras barbas, siguen destruyendo lo más noble, osado y libre que late en el ser humano.
Quizá por eso, mirar la foto me produce una extraña ternura.Al poseer una información de la que sus protagonistas carecen, yo sé cuál es su destino. Puedo leer el futuro que ya fue, pintado en esos rostros hoscos hasta la inocencia, en las miradas fanáticas y peligrosas. En esa voluntad ingenua que tanto me conmueve adivinar, y que me reconcilia con muchas cosas de las que blasfemo a diario. Objetivamente, acaben como acaben, sé que esas tres pobres vidas anónimas no valdrán para nada. Su fotografía es el documento de un fracaso: la derrota irreparable del ser humano justo, valiente y libre. Pero sé también que, sin esa foto y cuanto simboliza, la fe en lo grande y temible que encierra el corazón del hombre no existiría. Ése es mi orgullo melancólico. Nuestro consuelo.

Mis Diez en el 2010

Infolector
Luego de arrancado el 2011, y reordenando algunos temas, consigno esta lista de los libros que leí el año que acaba de culminar. No son libros publicados el 2010 propiamente, pero, son los títulos que me absorvieron a lo largo del año, puntualmente en el género narrativo.
Los listo en el orden en el que fueron leídos.
1.- Meridiano de sangre
Cormac McCarthy.
Una de las novelas más crudas y brutales que haya leído en los últimos tiempos. Su tono épico, y la prosa casi mítica de McCarthy, le imprimen a la historia, un universo propio y si pudiéramos agregar, de color cepia.
2.- La Dama del Lago
Raymond Chandler.
Un policial más bien, de corte tradicional, casi holliwoodense diría yo, que atrapa, más por la prosa del autor, que por la historia misma. Lo cuál, es un acierto y virtud de Chandler. La fina sensibilidad sicológica con que construye sus personajes, y especialmente de Marlowe, el protagonista de la historia.
3.- Millenium
Stieg Larsson.
Debo confesar que tenía los libros desde el año anterior, pero que no me había animado a leerlos, salvo unas pocas páginas. Fue a raíz del artículo que publicara Mario Vargas Llosa en su columna habitual, "Toque de Piedra", que me decidí a sumergirme en esta saga, compuesta por tres libros independientes. Una historia dura y a menudo salvaje en el Estocolmo de hoy, con personajes de lo más entrañables como Lisbeth Salander y el propio Mikael Blomkvist. Un thriller en toda regla, pero, con una carga de información y datos que sostienen la historia, más allá del vértigo, y que alcanza para capturar la atención e interés de los lectores.
4.- El Complot
Irving Wallace.
Una trama que no es muy actual, una historia de la época de la guerra fría en los sesentas. Pero, que está bien construida por el autor. Al inicio uno supone que la trama va acerca del asesinato de John F. Kennedy, pero, luego termina bifurcándose en una serie de varias mini historias que todas confluyen en una cumbre internacional en el París de la década del sesenta.
5.- Memorias de una Dama
Santiago Roncagliolo.
Era la última novela de Roncagliolo, cuando empecé a leerla, una historia que no ha recibido buenas críticas, y que curiosamente, luego, fue sacada de librerías, con el consentimiento del autor. Una narración que va en doble registro, en primera y en tercera persona, con algo de "La tía Julia y el Escribidor" de Vargas Llosa, y talvez, un Jaime Bayly en sus inicios. Creo que la propuesta no es mala, y la pluma de roncagliolo tampoco. solo que por alguna razón, nos deja la sensación de que en efecto, tal como se ha rumorado, la historia está hecha por encargo, una historia que debe desarrollarse, llevarse a cabo, de una u otra forma.
6.- El Quinto día
Frank Schätzing.
Talvez, entre las mejores novelas que leí el 2010. En realidad la había comenzado el año anterior, pero fue durante casi todo el año que me mantuvo al pie de la historia. Un argumento de corte ecológico, ecologista diría yo, pero con abundante información científica que le confiere densidad a la historia. Personajes muy bien esculpidos, como el indio domador de delfines, o el propio Johanson, el científico noruego que desde el principio de la historia imprime su personalidad. Cabe destacarse la suprema imaginación y la capacidad para dar relieve y tangibilidad a esa imaginación, por parte de Schätzing.
7.- El Canalla Sentimental
Jaime Bayly.
Una novela, que talvez, es la que más me ha costado terminar de Bayly. Definitivamente no está entre sus mejores creaciones, que, discrepo de otras opiniones, sí las tiene. En este caso, creo también que se trata de esos libros que algunos escritores publican más por mantener el ritmo, que por sacar algo del espíritu. Una colección de anécdotas, sin mayor conexión entre ellas, excepto las impresiones a menudo arbitrarias del protagonista y narrador. Espero que la siguiente, venga mejor.
8.- El Poder del Perro
Don Winslow.
Probablemente entre lo más absorvente de lo leído en este 2010. Aunque no necesariamente un gran libro. Es lo primero que nos toca leer de winslow, y hay que reconocer que nos vimos atrapados más que por la historia misma, sí, por su estilo narrativo. Una voz en estilo libre indirecto, muy bien trabajada, con destacable densidad en los detalles y personajes. Un claro exponente de la novela contemporánea, por la voz que le imprime a su narrativa, y por la ingente información, casi de archivo periodístico que subyace a la historia.
9.- Sigfrido
Harry Mulisch.
Sin lugar a dudas, la mejor novela que leí en el 2010. Y, lamentablemente, en el año del deceso del escritor holandés. Una historia conmovedora, pero no sentimental. Cruda, pero no grotezca, y personal, aunque no egotista. Es la historia de un escritor holandés que en una visita breve a Viena, termina sumergiéndose en una historia rara pero con la verosimilitud indispensable para construir la trama, de un eventual hijo de Hitler. De un gran estilo narrativo, y una cuidadosa arquitectura del entorno y la vida de los personajes. Destacable los detalles de los últimos días de Hitler y su entorno, contados por boca de Eva Brown, en la pluma de Mulisch. Gran novela, y gran escritor que merece más traducciones de sus demás libros.
10.- La Voz
Arnaldur Indriðason.
Fue la del cierre, lo último que leímos en el año que terminó. Una cvuriosa y enrevesada historia policial. Un buen ejemplar de la "novela negra" europea, en toda regla. Una historia de buena factura, pero, desde nuestra percepción, desprovista del ecumenismo que caracteriza a sociedades provinciales, sorry por el exceso, como Islandia y otros tan aislados como ella. Pero, insistiremos con otra de Indriðason, por pura curiosidad y terquedad.
Esas fueron las del 2010, y, trataremos de que a partir de este año, los títulos sean de los publicados el 2011, por lo menos, los más.