16 de diciembre de 2008

Mujeres

Me estremeció una muchacha, ... hija de aquel continente.
Hoy 16 de diciembre, a las 8:42 de la mañana, ha nacido mi hija. Solo eso, debería bastar para estremecerme y sentirme por unos instantes, fuera del aquí y del ahora.
Antes, en otro tiempo, pensé y lo dije con insistencia, no concibo como se puede traer niños al mundo. A este mundo cada vez menos acogedor con los que recién llegan. Pero, en fin, la vida se las arregla para ponernos en la tecitura de amar, sentir, vibrar, quedar sin aliento, llorar, reir, pero, ante todo, vivir, y vivir.
Gracias Paola, compañera mía, por obsequiarme esta oportunidad para la esperanza en la vida. Y, a tí Luciana, hija, te deseo lo mejor que pueda darte la vida. Hoy llegas, estarás a nuestro lado, conocerás el mundo, y un día te irás. Hasta entonces, trataré de ser el humano que he soñado y sueño aún para este mundo.
Luciana, al igual que mamá, y, al igual que tu abuela, me das esta hermosa oportunidad de vivir.
Besos por siempre.
Papá.

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