1 de julio de 2009

¿Qué Defiendo?

Una pregunta desde la intolerancia.
A raíz de un reciente post, sobre la premiación de Pilar Raola en Israel, hice la siguiente pregunta: ¿Puede Israel reconocer algún tipo de error o exceso en su accionar con el pueblo palestino?. Luego, Salomón, un amigo judío, me formula una pregunta inquietante: ¿Porqué defiendes a los terroristas palestinos?.
Al margen de la beligerancia de la pregunta, es significativo el hecho de que la sola idea de cuestionar la performance de la política israelí en el tema palestino, sea percibido por muchos judíos no israelíes, como un signo de apoyo o justificación del accionar criminal de los grupos terroristas en Palestina.
Si la pregunta ha sido: Cuáles serían los errores de Israel que pudiera reconocerse?. Eso no comporta ninguna defensa de ningún grupo extremista.
El problema está en suponer sin ningún espacio de duda o crítica, que en todo el accionar de Israel, no existen errores ni excesos. Eso, más bien, sí comporta una gran dosis de soberbia, y falta de lucidez. Suponer que nadie tiene derecho o nadie puede cuestionar nada de lo hecho por Israel, a riesgo de ser considerado und defensor de extremistas, es también una forma de extremismo.
Cuando uno solo ve el mal en el otro. Y, sin ninguna actitud autocrítica, se asume como perfecto e incuestionable, en el fondo, participa también de la misma intolerancia y extremismo que a quienes se pretende combatir. Eso, creo, es lo que le pasa a los intolerantes, a los halcones, de Israel.
No hablo de todo el conjunto de Israel, pues ya se sabe que hay muchos sectores, que siendo patriotas y sintiéndose con derecho a existir como nación, no aprueban las políticas de los halcones de Israel.
Pero, qué defiendo?. Bueno, supongo que al igual que todos, o la mayoría, yo diría que defiendo el derecho de esa pobre gente palestina, no extremista ni terrorista, a vivir en su tierra. Defiendo el derecho del pueblo de Israel a vivir tranquilo y sin amenazas para ellos y sus generaciones futuras. Defiendo al débil, al que no teniendo capacidad de defenderse, suele ser pisoteado y humillado. El terrorista, al igual que el halcón, en la medida que creen en la violencia, están expuestos a sufrir esa violencia. Ellos no son débiles. Por lo tanto, a ellos, no los podría defender.
Ahora bien, que es lo que condeno?. Condeno sin reservas, el atropello y la sumisión del débil, por otro fuerte y poderoso. Condeno la violencia a traición e indiscriminada. No importa si esa violencia infame viene de un terrorista fanático, o si viene de un militar igualmente fanático.
Qué más condeno?. Condeno el fundamentalismo que anula y reprime la condición humana. Condeno también el voluntarismo belicoso, como es el sionismo, de sentirse en el derecho a perpetrar masacres, y al mismo tiempo, sentirse puros y buenos. Esa incongruencia moral, la condeno con toda seguridad.
Puedo entender que alguien tenga el derecho a expresar su intolerancia y su incongruencia. Puedo escuchar eso. Pero lo que no puedo admitir es que, como hacen los extremistas de Israel, cometan actos condenables, y luego pretendan que se los tome con comprensión, y casi con admiración, como pretende Pilar Raola.
Eso es Salomón. No sé si debo reiterar contínuamente que no defiendo a los extremistas y terroristas palestinos. No tendría ningún motivo para hacerlo. Por el contrario, como debes haber percibido de estos posts y de mis comentarios, me resultan execrables y repugnantes toda forma de dominación y atropello.
Una pregunta, que no es sinó una indagación, no puede ser respondida con una ulsión de intolerancia.

2 comentarios:

Saul dijo...

Que lio mental tienes, chico!!!! No te preocupes, miles de comentaristas antiisraelies te daran todas las respuestas. Sigue por ahi. Vas por buen camino, para odiar al pobre Israel. Das pena.

Anónimo dijo...

Como decía en el post, amigo Saúl, puedo entender tu derecho a la intolerancia.
Pero, la victimización automática y gratuita de Israel, es simplemente absurda. Israel sufre agresiones. Como no admitirlo. Pero, no es solo esa, la situación real o completa.
Lo del odio a Israel, es solo maniqueismo inconducente. No puede haber odio, para defender la racionalidad y la paz. Eso deberías recordarlo.
Saludos.