29 de setiembre de 2009

Metal de Plástico

La vida en Una tarjeta
A raíz de un reciente comentario que hacía mi amigo Luisifer, acerca de los sin tarjetas, me surgió la pregunta de si hay más tragedia en tener la bendita monada de plástico, o en no tenerla.
La información disponible sobre el problema de las tarjetas en medio de la crisis financiera, muestra que todos los que participaban del mainstream financiero, se vieron de un momento a otro, frente a una amenaza de múltiples caras. Entre las múltiples consecuencias que ha comportado la reciente crisis financiera global, está este lado, el de la tragedia personal, de carne y hueso. de ser un insider, pasar a ser un paria, o un número en las listas de los "malos pagadores".
Sin embargo, el otro problema, el de no disponer de una tarjeta de crédito, implica ser un outsider, hasta cultural. Precisamente, Luisifer, le reprocha a Steve Jobs, por no permitir el acceso a productos que son gratuitos. En la tienda en línea de Apple, la AppleStore, hay una serie de productos que son de libre descarga. Pero, solo puedes acceder a dicho servicio, si te registras como usuario, con la tarjeta de marras.
Yo hubiera estado dispuesto a apoyar la causa de los "sin tarjeta". Pero, igual, la dinámica cultural e informacional actual, nos obliga a traicionarnos sin remordimientos. Lo que no estoy seguro, es de si esto es una cuestión de la logística financiera actual, o si es un asunto de anomalía en la médula misma del sistema civilizatorio vigente.
Vale decir, si un reajuste en la mecánica financiera actual, sincerando criterios, podría hacer razonable la interacción financiera con el sistema, o, si es que la naturaleza dineraria del sistema, cual carcinoma virulento está convirtiendo a la lógica plástica, la de la tarjeta, en el requiem de una era, de una forma de vivir, de un modo de ser. Espero, por el bien de lo querible de este mundo, que sea lo segundo.

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