13 de setiembre de 2009

Maoismo con clorohidrato

Cinismo o confusión de especialistas.
El último ataque perpetrado contra un helicóptero de la FAP en el Vrae, trajo a discusión el tema ya bastante manido de si este tipo de acciones responden a un "rebrote", tal como lo sugiere el fujimorista ex director de la Dircote, o, más bien se trata de un fenómeno criminal de distinta índole.
La tesis del "rebrote", a la luz de la historia misma de Sendero Luminoso, y de los hechos actuales, parece no sostenerse como explicación consistente. Y el problema reside en que desde siempre y hasta ahora, se ha conferido la mayor importancia a la dimensión militar, que a la dimensión política de SL. Siguiendo los estudios de Carlos Iván Degregori, y los de la CVR, es evidente que la fuerza y por ende, la peligrosidad de Sendero Luminoso, siempre estuvo basada en su potencia ideológica. Vale decir, en su creencia en la justeza de su causa, y en la necesidad histórica de su realización.
Sin embargo, hoy, a todas luces, es obvio que tal fe y convicción no está ya presente en estas hordas de seudomercenarios, movidos más bien, por una exótica combinación de negocio lucrativo con el narcotráfico y una necesidad irracional de subsistir para cualquier fin, menos el de algún propósito político, como fue el caso del PCP-SL.
Cuando uno ve y escucha los testimonios de los propios hombres armados de estas huestes del narcotráfico, ya no se vislumbra ninguna intención de conquistar ninvún poder, ningún propósito político estratégico, ninguna impronta revolucionaria, en el sentido clásico y tradicional del término.
La jerga beligerante y la monserga redundante del SL de los ochentas, aún resuenan. pero, aquella pulsión ideológica, o ideologizada si se quiere, ya no está más. No hay línea política, no hay lucha de dos líneas, no análisis de las dos colinas, etc. Todo ese repertorio arcaico de conceptos y terminología maoista, ya no está más, y tal parece, que ya no estará más. Por lo menos, no ya como alguna potencial amenaza contra el estado peruano.
Pero, ¿qué es lo que sí hay?, qué es lo que efectivamente se está convirtiendo en amenaza en el Vrae?. De acuerdo con los más serios analistas, este es un tema ya tradicional en latinoamérica, de crecimiento y enraizamiento del narcotráfico. Toda esta reciente barbarie y, dessafortunadamente también la que se viene, es narcotráfico, negocio, estupefacientes, dinero, mucho dinero, bancos, inversionistas, y más y más negocio, del negro, del peor, acaso, del terminal para nuestras sociedades. Todo el cacareo sobre el rebrote, toda la alharaca mediática, y todas esas aprehensiones histéricas contra los defensores de los derehchos humanos, no es sinó, cinismo del duro y fuerte.
El cinismo que muestra esas indignaciones sedientas de sangre, y a la vez, lenidad y sospechosa dejadez con el control de insumos para la droga. Hay que recordar que el negocio de la droga, el narcotráfico contemporáneo depende de circuitos de transporte, de tecnología, y de sistemas financieros bastante sofisticados. Infraestructura toda que no aparece, o se encuentra así, como de casualidad. Todo el sistema de lavado de dólares, y los servicios de suministros, que operan tranquila y horonda en nuestro medio, es tan cómplice y criminal como los agentes armados, esos a quienes ahora quiere identificarse con los senderistas de antaño.
Por tanto, tratar o pretender juntar el más cruel negocio ilegal de hoy con la imagen de un Sendero de finales del siglo XX, parece guardar un propósito, acaso tan o más vil que los propios crímenes que se están cometiendo en el Vrae. Y que consiste en desviar la mirada de la opinión pública, hacia fantasmas ya superados, dejando indemne e intocados a todos los agentes vivos y realmente peligrosos de hoy.

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