9 de febrero de 2009

Vázquez Figueroa

La vida en la narración.
Este fin de semana quise avocarme a leer algo más del escritor español Alberto Vázquez Figueroa, luego de su novela Por Mil Millones que hace un par de semanas me hubo absorvido.
Esta vez, fueron dos títulos: "Sicario y "Matar a Khadafi". Dos cosas me han llamado la atención de las novelas de Vázquez Figueroa. Primero, que en sus historias puede sumergirse en una realidad como la norteamericana, con una solvencia de información y de perspectiva, casi como cualquier otro novelista norteamericano. Segundo, que de igual modo como puede ofrecernos diversos registros en sus narradores, también puede usar diversos registros en las voces que asumen la narración. Así, si en "Por Mil Millones" y "Matar a Khadafi nos ofrece un narrador omnisciente que va desvelando todos los secretos y todos los hechos de la trama, en "Sicario", nos ofrece la voz del protagonista de la historia. Es el testimonio y confesión de un hombre cuya vida será la historia misma y que irá contándole al escritor autor de la novela.
Finalmente, podríamos decir que de cada historia con la que uno puede confrontarse en la obra de Vázquez Figueroa, se intuye una tensión vital. Se percibe la pulsión de una vida en acción, en permanente e intensa transcurrencia de la vida que el propio autor ha recogido de su intrincado paso por el mundo del siglo XX.
Invito a quienes gustan de la acción y el suspenso de corte político bien articulado, a explorar el estilo de este creador de nuestra lengua.

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