16 de junio de 2010

La energía del sionismo

A propósito de los Orígenes de la Política de Israel.
AAARGH.
A raíz de los recientes hechos perpetrados por las fuerzas israelíes contra la llamada "Flotilla de la Libertad", se han generado una serie de debates acerca de la naturaleza del conflicto, sus orígenes, y la legitimidad de la política de Israel. Algunos adláteres locales de la política criminal de Israel, como Gustavo Faverón, quien no deja de recurrir a escrituras atábicas, las del Islam, para explicarse y explicar hechos del presente. Casi como si se pudiera tomar algún llamado o invocación del Antiguo Testamento, para descalificar, o, peor aún, justificar prácticas a todas luces innobles del presente.
Al centro de todo esto, está, sin lugar a dudas, la naturaleza del "sionismo", como doctrina, como política real por parte de los sectores más radicales y fundamentalistas de Israel. A este respecto, resulta interesante lo que el escritor francés, Roger Garaudy señala al inicio de su interesante libro: Los Mitos Fundacionales del Estado de Israel.
Dejo este fragmento donde se explicita hasta con datos históricos, la esencia misma de la conducta colonizadora que el mundo ha presenciado en el último medio siglo, por parte de Israel:
<¿Qué es el sionismo al que denuncio en mi libro (y no a la fe judía)?. Se define frecuentemente por sí mismo:
1· Es una doctrina política (Desde 1896, sionismo se refiere al movimiento político fundado por Théodore Herzl.
2· Es una doctrina nacionalista que no ha nacido del judaísmo sino del nacionalismo europeo del siglo XIX. El fundador del sionismo político, Herzl, no apelaba a la religión: No obedezco a un impulso religioso, Soy un agnóstico. Lo que le interesa, no es particularmente la tierra santa; acepta de buen grado, para sus objetivos nacionalistas, Uganda o Libia, Chipre o Argentina, Mozambique o el Congo. Pero ante la oposición de sus amigos de fe judía, toma conciencia de la importancia de la poderosa leyenda (mighty legend) como él dice que constituye una llamada de reunión de una irresistible fuerza. Es un slogan movilizador que este eminente político realista no podía ignorar. De esta
manera proclama, transformando la poderosa leyenda del retorno en realidad histórica: Palestina es nuestra inolvidable patria histórica este solo nombre sería un grito de reunión poderoso para nuestro pueblo. La cuestión judía no es para mí ni una cuestión social, ni una cuestión religiosa , es una cuestión nacional.
3· Es una doctrina colonial. A este respecto el lúcido Théodore Herzl no oculta sus objetivos: como primera etapa, realizar una Compañía a la carta, bajo la protección de Inglaterra o de cualquier otra potencia, a la espera de hacer el Estado judío. Por ello se dirige a quien se había revelado como el maestro en este tipo de operaciones: el traficante colonial Cecil Rhodes, que, de su Compañía a la carta, supo hacer una Africa del Sur, dando a una de las tierras integrantes su propio nombre: Rhodesia. Herzl le escribió, el 11 de enero de 1902: Le ruego que me envíe un texto
en el que diga que ha examinado mi plan y que lo aprueba. Si se pregunta por qué me dirijo a Ud., Sr. Rhodes, le diré que es porque mi programa es un plan colonial.
Doctrina política, nacionalista y colonial, tales son las tres características que definen al sionismo político tal y como triunfó en el Congreso de Basilea, en agosto de 1897. Théodore Herzl, su genial fundador, pudo decir, con justa razón al término de este Congreso: He fundado el Estado judío.
Medio siglo más tarde es en efecto esta política la que aplicarán escrupulosamente sus discípulos al crear, según sus métodos y siguiendo su línea política, el Estado de Israel.

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