20 de octubre de 2007

Globalización e Interculturalidad

En la actualidad, existe una tendencia, sobre todo desde los intelectuales canadienses, por teorizar y sublimar las diferencias culturales. Es una postura que de todas formas le proporciona una justificación teórica a ciertos sectores anti-globales. Una postura que niega o se resiste a los procesos universalizantes.
Sin embargo, creo que esa es la vía menos útil para contrarrestar los peores efectos de esta globalización.
Personalmente, creo que, en principio, los procesos universalizantes son irreversibles. No hay marcha atrás, no hay forma de evitarlos. En segundo lugar, no es necesariamente perjudicial que se den tales procesos de universalización. Es parte de la maduración que iba a llegar a enfrentar la humanidad. La de sentirse todos, parte de un mismo proceso unitario.
En tercer lugar, hay que reconocer que el proyecto moderno, el que se anuncia con el renacimiento, que luego se perfila con la ilustración, y se manifiesta con la declaración de los derechos en la revolución francesa, es el único que se planteó con toda claridad, la meta, el objetivo de darle un alcance universal, a sus máximas aspiraciones.
Lo que la globalización hace hoy día, es solo continuar como una inercia, lo que desde su origen, la modernidad tenía inscrita en su racionalidad.
Reconocerle eso al proyecto moderno no debería ser un problema. Además, todas las nociones y concepciones más avanzadas, son parte, son creaturas del proyecto moderno. Incluyendo, el marxismo, el anarquismo, todas las variantes de socialismo, etc. El liberalismo y su forma práctica, el capitalismo, son primos hermanos de los anteriores. Por eso algunos creemos que el socialismo no podía tener éxito, en ningún caso. Pues, todas sus disputas con el capitalismo han estado y están aún inscritas dentro del paradigma del proyecto moderno.
Pero yendo al tema de la interculturalidad, pareciera que la alternativa no es enfocarse en las potencialidades de lo local, tal como proponen algunos seguidores de los enfoques multiculturalistas. En realidad, lo local, siempre se auto genera de manera espontánea. La cuestión es cómo darle una naturaleza distinta a los procesos actuales de universalización, éstos que se están dando con la globalización.
Vale decir. Reconocer que el actual proceso de universalización, fenómeno éste que hace universalizable los modelos de vida, haya sido una virtud de la modernidad, no debe llevarnos a concluir que tal modelo, el de la modernidad, es la única posibilidad.
La cuestión, no es, entonces, resistirse a la globalización, en términos de matrices culturales propias. Sino, en modificarle la naturaleza que lleva por dentro, la actual globalización. Por tanto, el punto es como producir, como construir una identidad cultural distinta a la modernidad, que sea beneficiosamente universalizable.
Un filósofo el año 2000 decía, algo así como que, reconocer que muchas culturas simplemente no tienen ni deberían tener lugar en nuestro mañana, puede también implicar, que la propia modernidad, tampoco debería ya, tener lugar en dicho mañana. No debería tenerla, por el bien de la humanidad.
esa es la cuestión. El reto es una epopeya sin precedentes de creación de una nueva cultura, una nueva identidad, un distinto proyecto cultural, con un rasgo inédito, a saber: que sea concebido concientemente. Pues, a diferencia de todas las otras culturas, incluida la propia modernidad, que fueron procesos espontáneos y aleatorios, ésta vez requiere hacerse y diseñarse concientemente.
Y, concientemente significa a sabiendas de que si no se hiciera bien, si alguien quisiera pasarse de vivo, por decirlo de algún modo, lo primero que estaría en juego, es la propia viabilidad de la especie humana. Pero, además, concientemente, significa también, que una lógica intrínseca tendría que ser la inclusividad. Es decir, que la concepción de un nuevo proyecto cultural, que valga la pena universalizar, debe requerir la contribución de cualquier modelo de vida particular, a la manera de como funciona la naturaleza.
Consideramos que hay otras razones más por las cuales tendría que concebirse la inclusividad como rasgo indispensable. Razones de carácter tecnológicos; pero eso será motivo de otro post.

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