13 de agosto de 2009

El Huayno en la TV

Misterios de la cultura o del trago.
De un tiempo a esta parte se hizo normal y hoy no llama la atención que muchos espacios televisivos de corte comercial hayan incorporado en su programación, extensos segmentos dedicados a exponentes del huayno y el folcklore andino. No solo los programas de los fines de semana, sinó también los programas de espectáculos o farándula insertaron con sorprendente facilidad notas musicales, pero además, notas personales de los artistas exponentes del folcklore.
Probablemente para la mayoría esto sea un signo de apertura, de democratización de los espacios públicos que de algún modo beneficia a todas las manifestaciones populares. Probablemente esto tiene asidero. sin embargo, si uno constata dos cosas sobre el meollo de este fenómeno, a saber:
Primero, Siendo quisquillosos el huayno como tal, no ha experimentado un cambio en su genética artística que justifique el inusitado interés por parte de los medios. En segundo lugar, tampoco es que los prejuicios que siempre mantuvieron a raya a estas manifestaciones populares, hayan reculado y estén permitiendo un flujo horizontal de los gustos populares en los medios.
Si uno indaga entre los medios musicales como las radios, las principales de Lima, aún se encuentran fuertes resistencias para apoyar a músicos locales. Entonces, si para cualquier grupo de rock, cantante de baladas, u orquestas de salsa locales les cuesta lo indecible para lograr que su producto musical se emita por las radios, ¿qué milagro ha hecho que exponentes del folcklore que no han desarrollado mayor innovación en sus obras, tengan tan fácil acceso a la TV, y a otros medios incluso más modernos?.
Mi hipótesis es que en realidad, detrás de esta eclosión de grupos, cantantes, y músicos folcklóricos, además de un género del huayno con pocas virtudes netamente musicales, como es el huayno de las sierras de Lima, han tenido este ingreso extraordinariamente auspicioso en los medios, básicamente porque sus presentaciones comportan un consumo excepcional de alcohol, especialmente la cerveza. Creo que en realidad, detrás de este fenómeno no está el folcklore o el huayno como manifestaciones artísticas, sinó, el consumo oceánico de alcohol.
Ese comercialmente fascinante consumo de alcohol, probablemente, ha hecho que gigantes como la Bakus, muevan los resortes de la publicidad y el acceso a los medios masivos de comunicación, y les abrieran aunque sea una puerta falsa, puerta de acceso al fin, a este género de folckloristas. Vale la pena aclarar, que subgéneros del huayno, como el huayno del altiplano o el huayno ayacuchano, mucho más cuidados en su calidad, no han tenido la entrada que sí ha tenido este género del huayno limeño, este huayno proviniente de entre los límites de Ancash, Lima, Cerro de Pasco y Huánuco.
Fijarse, nombres como "La Mecánica", "La Pícara", y más recientemente "La cero Kilómetros" del "Folcklore, no se explican por su innovación o alta exigencia musical. Se explican, fundamentalmente por el alto consumo de alcohol, que se experimentan en cada evento o festival de fin de semana en las periferias limeñas. Nadie como los migrantes o hijos de migrantes, le consume tan rico a la Bakus, como para abrirse un espacio entre estrellas de la farándula, y demás. Ni los salseros, ni los sufridos rockeros peruanos podrían mover tanta gente, y, consiguientemente tanta chela todos los fines de semana, como lo hacen los cholos migrantes o hijos de migrantes en Lima.
Todo esto, dicho por un hijo de migrantes nacido en Lima y crecido con huaynos creados en una época previa al íntimo nexo entre folcklore y consumo histérico de trago, de cerveza.

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