26 de agosto de 2010

Un Liberal Vergonzante

Aldo Mariátegui y sus miedos.
Diario correo.
A raíz del despunte en las intenciones de voto de Susana Villarán, al célebre periodista fascistoide Aldo Mariátegui, que sin embargo se reclama liberal, le ha dado una pataleta de antología. En
alguno de sus últimos artículos, Mariátegui no solo trata de lanzarle barro a la candidata Villarán, sino, que sobre todo, le reprocha, casi compunjido, a Kouri no haber sido más agresivo en la defensa de su candidatura.
Este liberal de hojalata, le reprocha a Kouri no haber sido más populista, más populachero, casi en el sentido fujimorista del término.
Al director del diario Correo, no le importa tanto el peso de la corrupción en la administración pública, ni el impacto que dicho factor tiene en el subdesarrollo de nuesttras sociedades. NO, a él solo le importa, solo le obcesiona que una candidata de talante socialista, socialdemócrata, o rojimia, tal como él la califica, llegue a la alcaldía limeña. Mariátegui puede gastar y gastar tinta, papel y bits de los Agois, sus patrones, urgando en el pasado de Villarán. pero, parece no importarle, nada le dice todas esas oscuras maniobras tanto de Kouri como de Castañeda.
Resulta pues, un contrasentido leer a un "liberal", depositando sus esperanzas en políticos con performances mafiosas y poco democráticas. En realidad si uno observa bien la índole de sus posiciones, uno encuentra que este periodista, formado en la escuela de la prensa más filo-fascista española, asume como liberal, sus ímpetus economicistas, más bien, orientados hacia un financierismo exacerbado.
Mariátegui cree que llevar el símbolo del dólar tatuado en la nalga, lo hace liberal. O que Dejarle carta libre a todas las mineras, aún a las más perversas, es signo de liberalismo, de anticomunismo.
Su obscesión, su histeria anticomunista, trauma de llevar el apellido del abuelo, acaso más ilustre del marcismo continental, lo hace delirar en sus fobias contra todo lo que suene a social, civil, ciudadano, transparente, protector del medio ambiente, o simplemente, decente. Hoy, este Mariátegui está llamando a toda la falange miraflorina y sanisidrina a luchar codo a codo contra la ola Villarán. Surrealismo solo verificable en este país tan telúrico como milenario.
Algo en lo que sí podemos, podríamos concordar con el avieso director de Correo, es en que Villarán tiene que poner énfasis, en criterios técnicos, en implementar un sistema-metrópoli para Lima. patria roja, a su casa, el asistencialismo simplón y antitécnico, debiera ya migrar hacia una gestión más sistémica de la ayuda social. pero, ese es un reto, y una responsabilidad desde la perspectiva ciudadana, no de la posición macartista y autoritaria del paranoico de Mariátegui.

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