22 de mayo de 2011

Comparar a Rospigliosi con Vargas Llosa

Nos pides demasiado, querido Pedro.
Capitán América Rospgliosi
En su último artículo, Pedro salinas esboza una posibilidad más que curiosa, acerca de las dos opciones electorales para este cinco de junio. Legítimamente confiesa que los dos candidatos le resultan impresentables, y que él no puede hacer otra cosa que marcar por ambas opciones, en una irónica manera de expresar su voto viciado.
Muy bien, vale. Pedro siente eso, y nadie le puede reprochar su duda. Pero, de allí a comparar dos perspectivas como las de Mario Vargas Llosa y del periodista Fernando Rospigliosi, creo que hay un salto un tanto exagerado.
Poner la opinión de Rospigliosi, el informante de la embajada norteamericana, según los cables de Wikileaks, al nivel de las opiniones y pensamiento de Vargas Llosa, es sencillamente una mala broma. Rospigliosi, casi en la misma línea de Cecilia Valenzuela, que no ha perdido ninguna oportunidad, ningún resquicio para ponerse al servicio de los intereses más desleales con el país y los más macartistas, no puede aparecer junto, o en el otro platillo de la balanza, con Mario vargas Llosa.
Creo que Pedro, desbarra al pretender justificar su postura más o menos traviesona, trayendo de los pelos esta figura contrahecha. Puedo entender que su amistad y cercanía con Rospigliosi, lo lleve a lanzarle flores de vez en cuando. Pero, si hay que guardar las proporciones, creo que el periodista Pedro salinas, tendría que ser un tanto más cuidadoso en sus referencias y ejemplificaciones.
No hay forma de comparar la postura más o menos mercenaria de Rospigliosi, con una genuina como la de Vargas Llosa. Aquí, en este blob, hemos criticado diversas posiciones del escritor premio Nóbel. Pero reconocemos que en estos tópicos, cuando de mpor medio están las libertades y las cuestiones morales, su posición ha mostrado una consistencia en un nivel claramente distinto al de casi cualquier periodista del medio, exceptuando por supuesto a Hildebranth, y en ningún caso comparable al de Rospigliosi, claramente sí impresentable en temas de opinión o de moral.
de modo que Pedrín, nos pides mucho, un poco demasiado tu comparación. No quieras que en tu remesa de tierna carne de liebre, nos traguemos el gato de Rospigliosi. No nos exijas tanto, no nos trates así, que tanto apreciamos tus coments en un diario local.

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