22 de mayo de 2011

Ollanta Humala Tasso

Y porqué sí.
Humala.
La primera vez que oí una referencia sobre "Los hermanos Humala", curiosamente no fue, aún no se conocía de Ollanta o antauro, sino, fue sobre el par de músicos ayacuchanos cuya música, de El Dúo Arguedas, siempre me gustó y me gusta. Fue a partir de la insurgencia aquella de Locumba que tuve conocimiento del Humala que ahora compite con la opción fujimorista por acceder a la conducción del país. Se le ha achacado una serie de defectos, limitaciones y debilidades al personaje, que de todas maneras resulta complicado formular alguna opinión que no evite la defensa, o la sacada de cuerpo respecto del candidato de gana Perú.
En realidad no tengo, no tenemos forma de poner la mano al fuego por el candidato Ollanta Humala, como no es posible poner la mano al fuego por nadie que no se conozca directamente. Solo diré que hay un par de cosas que destaco de su performance desde el 2006 hasta la fecha.
Primero, haber sido el único cuya propuesta, la de su partido, ha cuestionado frontalmente los vacíos y debilidades del modelo económico actual. No ha tenido pudor ni mostrado tibiezas a la hora de señalar la necesidad de enderezar un modelo que evidentemente no cubre las expectativas del conjunto de los peruanos. Al margen de los detalles o consideraciones que incluyan su propuesta o crítica, para mí, el hecho de decir en voz alta que algo no corre, algo no funciona en el modelo y que se precisa rectificar, reformular, o directamente mejorar, es para mí, un ingrediente interesante.
Claro, de allí a ejecutar esas reformulaciones o mejoras, es un tema que habrá que verse directamente en el campo, en el terreno. Porque, una cosa, por ejemplo, es buscar que potenciar el nivel educativo peruano, grabando con nuevos impuestos a los ciudadanos, y otra cosa es ahcerlo, racionalizando los gastos de defensa, los gastos suntuosos por lo menos.
Otra cuestión que me resulta estimulante, contra toda afirmación de que Humala se acomoda a las exigencias de la coyuntura electoral, es una cierta consistencia desde sus propuestas iniciales hasta el presente. Su actitud el 2006, la primera vez que postulaba, era de cuestionamiento al modelo económico, y en eso no ha cambiado. Que ahora busque replantear o afinar detalles a nivel técnicos, es más bien, un elemento de real politik, y nada más. A diferencia, por ejemplo, entre el toledo del año 95, con el Toledo del 2001, y el Toledo ya presidente, en cuyo proceso sí se aprecia un permanente esfuerzo de amoldamiento al formato presidenciable, en Humala dicho formateo es menor, es menos ostencible. Prueba de ello, es el temor que le tienen los grupos de poder y sus respectivos medios de prensa.
Ahora bien, de cualquier forma, nos encontramos en medio de un proceso electoral, y nada puede garantizar una performance inamovible en un candidato. Basta recordar que uno de los rollos fuertes de alan garcía el año 2006, fue la crítica a los TLC, que luego, auspició con entusiasmo. Por tanto, es también razonable albergar un cierto resquemor o inquietud sobre cuál ha de ser el desempeño democrático del candidato Humala, sobre todo, para quienes gustan de guardar las formas más que el fondo democrático.
En todo caso, no encontraría ningún problema en sancionar a alguna minera, por más extranjera que fuere, si lesionara el medio ambiente, exactamente como la sancionarían en Canadá, en Alemania, o en costa Rica. No tendría ningún problema en que controlen a cualquier empresa, incluidos los medios, si su conducta es dolosa como lo fue con el fujimontesinismo. No vería nada peligroso en tratar de fortalecer a las empresas peruanas, que dan empleo a peruanos, o protegerlas en escenarios lejanos, exactamente como otros países, protehjen a sus empresas que operan en el Perú. Vale decir, no encuentro ningún problema, no le tengo ningún temor, a alguno de sus intentos de modificar el modelo económico, en la medida que eso, esas correcciones o mejoras, desencadenen de una buena vez, el verdadero crecimiento y camino hacia el desarrollo. No importa que ese proceso nos tome medio siglo. Lo importante es empezarlo ya.
De modo que puestas las cosas así como están, creo que apoyaré la candidatura de Ollanta Humala. Pero, en la misma medida, si por alguna razón ya presidente, el hoy candidato Humala quisiera desdibujar todas las expectativas y esperanzas que él mismo ha forjado, entonces, habrá que suministrarle los correctivos que correspondan, y hasta donde sea necesario. Y, para empezar, estar claros desde ahhora mismo, que si hoy destrozara alguna confianza, dentro de diez o quince años, no se lo debería volver a elegir. Eso, ese muro contra la imppunidad, debería ser un mensaje, que el candidato Humala, debería tener claro hoy mismo, aquí y ahora.
Ollanta Humala, no me produce ningún temor. tampoco tanta ilusión. Simplemente creo que hay temas groseros, de desigualdad y de ética en el modelo actual, que requiere modificarse con toda frontalidad. Y, el único que ha mostrado intención de hacerlo, es este candidato.. No creo que las inversiones se vayan a retirar del país, como no creo que todo nuestro potencial camino al desarrollo, dependa exclusivamente de las inversiones. Y no lo creo, porque básicamente nadie va a realizar las tareas que nos toca a nosotros, los peruanos, llevar a cabo. Y justo hoy, que recién me entero de que el Dr. Javier Iguiñez forma parte del equipo económico de Humala, tanto mayor razón para votar por esta opción. es más, ahora, si alguna razón tendría para votar por Humala, es por su vocación de cambio, y por la presencia del Dr. Iguiñez.
Más aún, si entrado Humala a la presidencia, sacara o dejara de lado al Dr. Javier Iguiñez, entonces empezaría a lanzar catilinarias contra el régimen humalista, desde esta tribuna, que es casi nada.
Otra cosa, ya fuera de mi opinión, sugeriría al entorno de Humala un poco más de aplomo. Están bien los asesores extranjeros para la campaña. pero, creo que tenemos suficiente inteligencia local como para afrontar determinados retos. Tampoco atarantarse con las movidas de los grupos de poder locales, son histórica e intrínsecamente taimados y sinuosos, y, con solo aplicarles la ley, incluso con una constitución del 93 optimizada, será suficiente para acojonarlos y llamarlos al orden en materia económica y tributaria.

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