18 de enero de 2012

Librerías Tradicionales: ¿Una Especie en Extinción?

A Propósito del Cierre de Áncora y Delfín, en barcelona.
En el Diario la vanguardia, http://goo.gl/XLfmK se anuncia el cierre
de dos de las más emblemáticas librerías de la ciudad de Barcelona, en
lo que ya es una auténtica caída de dominó cultural como producto de
la crisis económica que afecta a Europa.
Son ya varias las editoriales independientes que están acusando los
embates de la crisis, lo están siendo las librerías, y no extrañaría
que muy pronto las bibliotecas empiecen a resentir sus efectos. Sin
embargo, es oportuno advertir que en el fondo de este fenómeno podría
estar el cambio de paradigma que la industria tradicional y
anquilosada del libro no ha querido auspiciar.
El cambio por el cuál los contenidos migran progresivamente de los
soportes rígidos a los soportes dinámicos, como los formatos
digitales, y más recientemente, los formatos multimedia. Estaba más o
menos claro que desde el momento que empezó a difuminarse la PC en
cada hogar, el cambio de paradigma estaba anunciado. Hoy, con la
explosión de los dispositivos móviles, teléfonos inteligentes,
tablets, ultrabooks, el acceso a contenidos ha modificado
drásticamente el paisaje de la lectura. Pareciera no ser tan cierto
que la gente lee menos; lo que sucede es que la gente ya no lee igual
que antes. Y eso no cabe deplorarlo, sino comprenderlo y alentarlo.
El fenómeno de la experiencia de lectura es un tópico que clama a
gritos ser estudiado e inteligido. La lectura dinámica, fragmentada,
con breves saltos a video, imagen, y salpicada de nuevos elementos
semánticos como los emoticonos,es una realidad que no cabe ignorar ni
subestimar.
Lo cierto es que el gran paradigma del libro impreso está
experimentando, no su muerte, de ninguna manera, sino, de una profunda
transformación.
Estamos viviendo, una auténtica metamorfosis del contenido, de haber
sido casi monopolizada por la gran industria editorial, con sus
monstruosas imprentas, está pasando a ser gestionada desde múltiples
fuentes, oficinas dispersas, productores digitales independientes, que
distribuyen contenidos ya no a las viejas y buenas librerías con olor
a papel y tinta, sino, a esos intimidantes bichos electrónicos que
yacen en los bosillos, maletines, mochilas, de la creciente fauna de
las urbes contemporáneas.
dos cosas finales. Espero que este fenómeno permita enriquecer y
elevar la experiencia de la lectura, y no la deteriore, y de otro
lado, espero poder alcanzar a alguna de estas viejas librerías
tradicionales de Barcelona, antes de que se extingan definitivamente.
Resistir librerías del mundi, resistir un poco que allá vamos.

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