23 de febrero de 2011

El "nuestro" en la cultura

Disfuerzos de nacionalidad o pertenencia.
elcomercio.pe
En su reciente artículo, ricardo Gonzáles vigil, el reconocido crítico literario y profesor de la universidad católica, consigna dos "nuestros" o, dos veces la palabra "nuestros", en un mismo artículo. Refiriéndose primero, a Alfredo Bryce, y segundo, a Vargas Llosa, el crítico apunta el pronombre de pertenencia casi casi, con unción patriótica.
No me imagino a un crítico argentino o español, hablando de "nuestro", cuando se refiere a Piglia o Gelman, o a Cercas, respectivamente. Y no es que no lo imagine, sino, que en realidad, no viene al cuento a la hora de valorar las calidades de ambos escritores peruanos.
No porque sean peruanos, son más valiosos, o sea más urgente hablar de ellos.
A lectores frecuentes, asiduos, de la literatura nacional, muy probablemente, no le sea relevante o significativo el pronombre de marras. Pero, para lectores nuevos, acaso jóvenes, la sensación del "nuestro" aquel, puede resultar condicionante y hasta embarazoso.
No porque tomemos el pronombre, o algún adjetivo específico, o gentilicio, le ofrecemos mayor o menor cariño a Alfredo Bryce o a cualquier escritor peruano. Bryce, por su parte, no necesita de un exceso de cariño, no, por lo menos, en lo que tiene que ver con la creación literaria.
Sí, el motivo de la nota de González vigil es celebratorio, y conmemorativo; pero no sé si la chochera culturosa por sí misma afianza o enriquece las potencialidades de la cultura que tanto necesitamos. Para el caso, je, basta con la chochera que los
regios
se, y le, profesan sin pudor. No sé,, sin embargo, si es que esa chochera, y esa obligatoriedad, nos alcanza a todos.
En cualquier caso, bien por los cuarenta años de la publicación de
Un mundo para Julius.
Y, mejor, si la industria editorial, abre sus puertas a la publicación de las nuevas generaciones de escritores peruanos.

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