30 de abril de 2011

¿De Francotirador a Mercenario?

2011 en américa.
Bayly
Recuerdo que en plena campaña del 90, salió, en realidad fue una reaparición del joven conductor Jaime bayly. El programa fue lanzado con el nombre de 1990 en américa, y luego por confesión del propio bayly, se sabría que fue diseñado expresamente para trabajar en favor de la campaña del Fredemo, de la candidatura de Mario Vargas Llosa.
En realidad, fue a partir de esa performance que Jaime Bayly se haría conocido e impondría su fama de niño terrible. Curiosamente, y lo que son las cosas de la vida, para aquella segunda vuelta, Bayly trabajaría intensamente tanto en pro de la candidatura de Vargas Llosa, como en contra de la de Alberto Fujimori. Hoy, casi exactamente veintiun años después, Jaime Bayly es convocado por aquella derecha tradicional peruana, para trabajar en el mismo canal, américa Televisión, ya no en contra, sino en pro de la campaña de Fujimori. Claro, esta vez de la hija de Alberto Fujimori, pero se trata de la misma maquinaria que sostuvo el régimen de los noventa y, a sabiendas de lo que significó dicho gobierno.
Parece ser que el ex 'niño terrible', más recientemente conocido por El Francotirador, hoy despliega su condición de Mercenario. Pues, es obvio que el periodista y escritor no viene a introducir una dosis de investigación o de imparcialidad a la campaña electoral de este 2011; más bien, es para todos evidente que viene con un claro y exclusivo propósito. El de derribarse las posibilidades electorales del candidato opuesto al de Keiko Fujimori. Podemos reconocer que el año 90 Bayly era adepto de las posiciones del Fredemo y sobre todo de Mario Vargas Llosa. Hoy, sin embargo, y más aún conociendo todo lo que ya se conoce de lo que fue la dictadura de Fujimori y Montesinos, de todos modos sorprende la opción del autor de "El Huracán lleva tu nombre".
En conversaciones intrafamiliares, había soltado la idea de que ahora, justo al término de la primera vuelta, la derecha peruana iba a necesitar al único que podría disparar con cierta contundencia contra Ollanta Humala. Lo que no tenía como certeza era que Bayly, después de lo maltrecho que lo dejaron, al ser desaforado y luego no aceptado en varios canales peruanos, estuviera dispuesto a retornar a la televisión peruana.
Muy bien, así están las cosas. Las posiciones se van delineando, y en ese proceso, el virtual mercenario de Bayly, ha puesto sus servicios a disposición del peor retorno que podría experimentar el Perú. sí, es cierto, Bayly ha tenido y tiene muchos detractores y también es cierto que a mí el liberalismo me tiene sin cuidado. Solo que se suponía que Bayly como los Vargas Llosa y otros, adscriben al liberalismo, o por lo menos un tipo de liberalismo rescatable. Uno que respeta las libertades sexuales, uno que no transige con la jerarquía eclesiástica, o que cuestiona cualquier tipo de militarismo.
Se suponía, digo; no obstante, va quedando claro que para gentes como Bayly es más importante, resulta más relevante esa estabilidad de plástico, esa hegemonía del poder económico, por encima incluso de sus presuntas convicciones democráticas.
Finalmente, lo de bayly, nos lo pasamos por el zapato, sin problemas. Su mercenarismo nos importa cuatro porotos. La cuestión que queda por definir es si en el Perú, siempre el liberalismo estará supeditado al poder económico, por encima de las libertades fundamentales, la libertad del individuo y las convicciones íntimas. Porque si es así, entonces, hay que empezar a despedirse de algunos modales, de algunos espejismos éticos o más bien, antiéticos. Pues, va quedando más o menos claro que la lógica de el fin justifica los medios resulta más o menos aceptable para un gran sector de los peruanos.
Entonces, hay que saber que si esa lógica, la de no importa que robe o que mate, lo importane es que me traiga estabilidad, vale para ciertos casos, también vale o puede valer para otros. Esa lógica fue uno de los soportes éticos del violentismo de sendero Luminoso, por ejemplo. Del mismo modo, si puede discernirse un tipo de fujimorismo de otro, entonces, también pudiera discernirse, separarse un senderismo de otro. Y, creemos que eso es sencillamente contradictorio. Es un contrasentido lógico. Pero el echo de que hoy tengamos a periodistas y representantes del mainstream, y al mismo tiempo a parte importante de la población, dispuesta a aceptar esa lógica, revela una franca corrupción moral, una putrición cultural. Es esa rajadura, esa rotura en nuestra base ética colectiva, lo que hay que advertir, definir y sacar a luz. He allí lo más delicado y peligroso que tenemos cara al futuro. No el que alguien, algún régimenn, altere el modelo económico actual, sino, el que se entronice y se haga endémica esta enfermedad moral.

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